martes, 31 de enero de 2012

La importancia del Baño en nuestras mascotas!

 
Es común que los propietarios de mascotas asocien el cuidado del manto y su higiene como un procedimiento exclusivo para razas de pelo largo. Creyendo estar libres de bañar a su Dálmata, Doberman, Pointer, Buldog Francés, Bóxer, Boston Terrier.  etc..
Y lo cierto es que todos los mantos requieren del aseo. 
Las diferencias fundamentales al momento de enfocar en cada ejemplar son su entorno y ambiente, y la frecuencia con la que se realice la maniobra. Ya que la belleza canina no depende solo de la técnica y habilidad del estilista sino del estado de salud del animal.
  
Los mantos rasos o de pelo corto requieren especial cuidado en la aplicación de los productos, y sobre todo en el secado. Generalmente los perros de caza tienen un olor característico que tiene que ver con la producción de sebo, ya que por su funcionalidad genéticamente se distinguen de su presa a través del olor.


Otro factor determinante son los pliegues o arrugas que poseen razas como Mastines, Buldog, Shar pei, Chow Chow, ya que la falta de higiene sumada a la humedad que contienen, son los causantes del mal olor. 

 Por ello es fundamental que las razas mencionadas y todas aquellas de pelo corto sean secadas en profundidad evitando así la aparición de hongos y bacterias que serán muy difíciles de combatir una vez instalados en el manto.
Además el cepillado juega un papel muy importante en el mantenimiento diario que realiza el propietario. La utilización de manoplas de goma, cepillos de cerda, o gamuzas son los implementos ideales para mantener el manto libre de pelo muerto, tierra, y suciedad depositada superficialmente. La acción de la manopla estimula la oxigenación del manto, otorgando brillo y reduciendo la aparición de malos olores.
 

Por ultimo cabe destacar que el baño estimula la producción de sebo, la glándula sebácea se adapta al clima o entorno del animal con lo cual la alta frecuencia de baños y lavado incentiva la grasitud y aparición de seborrea.  La aplicación de productos de uso humano son causantes de descamación de piel o seborreas secas ya que la formulación es muy acida para la piel y pelo canino. En casos especiales por tratamientos medicados la frecuencia y productos serán determinados por el veterinario.

¿Con qué frecuencia debo bañar a mi perro?
No hay una norma fija. Lógicamente, si se ha ensuciado hay que hacerlo de forma inmediata. Como mantenimiento, una vez cada 15 o 60 días está bien. Depende también de la raza, del pelo y del cuidado de este.

 Algunos propietarios los bañan una vez a la semana por problemas de olor. Si lo bañamos con esta frecuencia habrá que elegir un buen champú hidratante para que no se reseque el pelo y la piel excesivamente. Deberemos tener cuidado para que no entre agua en los oídos y evitar así las otitis. Si incluso con baños frecuentes el olor persiste habrá que explorar al perro. Los oídos, la boca, las glándulas anales o problemas de piel son causa frecuente de mal olor corporal. ¡Un cierto “ olor a perro” es normal!
Es aconsejable cepillarlo 

 Por último no podemos dejar de mencionar los mantos largos, que sí requieren del cuidado intenso y del permanente cepillado. Así como del baño, razas como Caniche, Maltés, Bichón o Viejo Pastor necesitan de lavados mas frecuentes para mantener el blanco de sus pelajes. En estos ejemplares el manto esta formado por un pelo cortical que no genera tanta grasitud como en los mantos rasos, teniendo como característica principal la ausencia de olor y muda.


 Debemos entender la belleza canina como calidad de vida para nuestras mascotas, la humanización de los perros en muchos casos va en contra de la salud del animal. Por ello siempre debe haber un equilibrio entre salud y belleza.

                                                                               

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